- Que sean saludables: la ración debe ser la necesaria para cubrir las calorías eliminadas durante el horario de clases y recuerden que se debe pensar en la calidad antes que en la cantidad, además el tiempo destinado para la lonchera no es muy amplio y los niños acompañan este momento con el diálogo lo que amerita menos tiempo aún.
- Que sean variadas: al niño le gusta encontrar algo nuevo en su lonchera, algo que lo motive a terminar con todo lo que le envió mamá, si siempre recibe lo mismo se aburrirá y llegará un momento que no quiera comer. Enviar alimentos nutritivos que saben que a su hijo le gusta, la idea es que coma su lonchera con gusto y no que lo haga por obligación.
- Que estén libres de contaminación: enviar alimentos que se conserven bien a temperatura ambiente o que estén bien cocidos, utilizar recipientes herméticos que conserven la temperatura y el sabor de los alimentos.
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